Hay algo en el graffiti de marcaje territorial, de poner tu firma en grande para decir “he estado aquí”, este es mi muro, esta es mi zona. Un poco como los orines de los perros, la verdad, aunque esto no hable muy bien de las costumbres del escritor de graffiti, de las mías propias. Mi relación con esta forma de expresión es un poco contradictoria, por un lado amo este juego de dejar tu firma en muchos sitios, el dejarse ver, por otra creo que ya no todo vale cuando tienes un spray o rotulador en la mano. Será la naturaleza contradictoria del ser humano. Contradictoria e irracional. En este muro simplemente quería evocar mundo de la noche, los parques y los graffitis a medio hacer a la luz de una farola.