El mural de grandes dimensiones muestra un retrato en blanco y negro de una mujer afrodescendiente con una expresión seria y poderosa. El retrato, que ocupa una gran parte de la fachada del edificio, está acompañado de elementos gráficos coloridos que contrastan con la monocromía del rostro. Estos toques de color incluyen formas geométricas como triángulos, cuadrados y líneas, en tonos brillantes de naranja, rojo, verde y turquesa.

Los elementos gráficos parecen rodear y complementar el retrato, añadiendo dinamismo y profundidad al mural. Además, hay detalles más pequeños, como medusas en tonos suaves que se integran sutilmente en la composición, lo que añade un toque de surrealismo. El estilo del mural combina el realismo del retrato con la abstracción y modernidad de los elementos gráficos, creando una obra vibrante y visualmente impactante que resalta en el entorno urbano.