Los autores de este mural han representado o más bien homenajeado al antiguo cauce del río Cogollos, que trascurría por el puente situado a la derecha de la pintura y por el centro del pueblo.
Se han reproducido los sonidos del río ausente a través de la música que produce el trinar de las aves y de los pájaros. Sonidos que en este caso realizados por un colorido gorrión combinado con un trombón de varas que emite peces y colorido por su campana.
Dedicado al novelista, dramaturgo y poeta, Boris Vian.